Por Richadson Louius
Todas las modalidades de integración se caracterizan por su enfoque multidimensional con aspectos políticos, sociales, de cooperación y no solamente a determinantes económicos. La política de apertura implementada en Latinoamérica ha favorecido la liberación del comercio en el marco de los esquemas de integración subregionales, sin embargo no ha lo sido suficiente para profundizar dichos procesos si se toma en cuenta que estos últimos requieren de la conjunción de una serie de variables y factores que van mas allá de lo estrictamente comercial y responden a problemas de carácter económico, político y social de los países latinoamericanos, que deberán ser abordados para el éxito del proceso de integración a cualquier nivel.
Tal como lo plantean Altmann y Arevana ¨la integración latinoamericana es una paradoja en si misma. Puede verse de manera positiva si su aproximación es económica, mas no si se analiza política o socialmente”.
En algunos periodos, la región ha registrado cierto crecimiento, lo cual no ha ido a la par con el desarrollo social que tanto desea sus pueblos. La educación ocupa una función preponderante en la transmisión y producción de conocimientos, ideologías y valores.
De hecho, es preciso preparar la creación del mercado latinoamericano tomando en cuenta a las referencias culturales, o mejor aun, utilizar esas referencias culturales latentes para reforzar el escenario latinoamericano y su capacidad simbólica, sin que ello perjudique su inserción en la economía a nivel global.
Varios autores que estudian y analizan el proceso de integración de Latinoamérica y el Caribe hacen mucho énfasis en el rol del aspecto socio-cultural, sobre todo la educación, que hasta ahora se han venido descuidando significativamente. A través del tiempo, en la región en cuestión se ha tomado todo el tiempo teorizando sobre el aspecto económico de la integración y no sobre la concreción de metas comunitarias que son de vital importancia en un plano integracionista. Los procesos integracionistas regionales o subregionales tienen por adelante dificultades que se dan, precisamente, por no contar con el respaldo previo de una integración cultural, porque no se ha forjado la unidad educativa y científica de estos países con la debida seriedad.
Es imperativo impulsar a Latinoamérica y el Caribe iniciativas en pro de la enseñanza de la historia que busca apoyar a la integración, porque sin educción, sin ciencia, y sin cultura no se puede imaginar que los diferentes pueblos y países de nuestro hemisferio, puedan lograr unificarse y constituir bloques sólidos, capaces de enfrentar con éxito del presente siglo
Bibiografia:
1. Altmann, Josette. Et all. Las paradojas de la integración en América Latina y el Caribe. Madrid. Fundación Carolina. Primera edición 2008.
2. Sandoval Palacios, Juan Manuel. Et all. Integración y fronteras en América Latina. Mérida, Venezuela Universidad de Los Andes. Ediciones del Vicerrectorado Académico.. 2003.
3. Segovia, Fausto. Hacia el fortalecimiento de la mentalidad integracionista. Tablero Revista del Convenio Andrés Bello. Santa Fe de Bogotá. Año 19, No.50. 1995.
escritos de un conocedor del tema.....
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